domingo, 5 de junio de 2011

¡AHORA O NUNCA! Al gran pueblo argentino salud




Este año, para ser más preciso el 23 de octubre, volvemos a tener una nueva oportunidad de decidir nuestro futuro y el de nuestra nación. Cada ciudadano tiene en sus manos la decisión de elegir quien y quienes nos representen como gobierno.

            Oportunidad de hacer saber la disconformidad ciudadana con algunos personajes añejos, que por décadas se han perpetuado en las bancas legislativas, sin ningún interés de trabajar por la sociedad y mucho menos por los intereses de la patria. Solo preocupándose en alcanzar el poder que les permita satisfacer intereses propios. Personas que sin mayores escrúpulos venden y desangran nuestro país aprobando convenios favorables a las multinacionales de imperios dominantes.

            Debemos preocuparnos y darnos cuenta la ciudadanía toda, la clase de políticos con la que contamos, en su mayoría engañadores que utilizan todo tipo de artimañas poniendo como escudo el poder nacional.

            ¿Por qué buscar todo tipo de alianzas partidarias, y no presentar cada partido su propuesta para que el pueblo elija la mejor a su entender y acabar con supuestas formulas que luego terminan siendo más que testimoniales, una farsa? Es de público conocimiento que éste tipos de “estrategias” no han hecho más que aprovecharse y dañar la voluntad del pueblo, para luego terminar como perros y gatos, discriminando y rechazando a quienes no comparten sus imposiciones.

            Hago un llamado a la solidaridad: El pueblo está primero en la lista de emergencia nacional, necesita urgentemente una trasfusión de sangre joven en los políticos que nos representan. Gente que sea de un mismo sentir, con un mismo propósito. Que se vuelva a la antigua fuente de la cual podía extraerse honestidad, justicia, respeto del uno por el otro, recuperando valores perdidos no hace tanto tiempo, y terminar con la corrupción generalizada que ha contaminado a todo un país.

            Nuestros dirigentes deben ser ciudadanos comprometidos, con vocación de servicio hacia la sociedad y la patria sobre todas las cosas. Haciendo realidad la verdadera libertad y democracia en la que tanto énfasis se pone, y no seguir alimentando el cruel libertinaje, censurando la libertad de expresión.

            Debemos ser un país de respeto al mundo que nos observa, y no el hazmerreír en que nos convertimos con los acontecimientos de corrupción, denuncias y conflictos encontrados a la vuelta de la esquina, que no haces más que dar la imagen de un país que se cae a pedazos.

Que nuestros dirigentes actúen con sinceridad. Que sepan reconocer al quien triunfa, apoyando al gobierno de turno con entera disposición y honestidad. Que el consenso sea la justa fusión de oficialismo y oposición, que ello hablara de personas de bien.

Tenemos que luchar por una sociedad justa en todo el sentir de la palabra, y no por una sociedad sectorizada, con gremios privilegiados que solo crean problemas y descontento social.

            ¿Por qué tanta desigualdad si somos todos de un mismo sentir, de una misma vida, de una misma sangre? ¿Por qué no volver al creador, fuente de toda razón y justicia, que ilumina a todo el que cree? Dios nos ha regalado una tierra privilegiada, en la que fluye todo lo que deseamos. El vergel del mundo deberíamos ser.

Que la meditación nos hable a la conciencia…
El que lee, entienda.

Ruperto Huerta Plaza
“Simplemente un obrero que pretende dar su enfoque
cuando muchos deciden callar”