sábado, 27 de abril de 2013

La Clave



Si Dios entregó a su hijo
sin distinción de color,
su sangre es el emblema
que cubre la salvación

Si su amor es eterno
bajo la luna y el sol,
por qué no se unen las razas
sin fronteras ni banderas,
en una misma nación.

Si la sangre es la misma
en cualquier cuerpo, sin raza
sin distinción de color.

Si todos estamos de paso 
bajo la luna y el sol,
por qué no caminar la vida
en los preceptos de Dios.

Todos unidos en Cristo,
en su sacrificio eterno,
en esa cruz que refleja
todo el amor que entrego.

Él descendió hasta el abismo
luego al cielo se elevó.
Con sus brazos extendidos
a todo el mundo abrazo.

Esa cruz es el camino
que muestra la salvación.
Es el talismán divino,
la clave que nos permite
entrar al reino de Dios
Ruperto Huerta Plaza