sábado, 18 de febrero de 2012

A mi Lujàn


Cuando se quiere, se quiere.
Cuando el cariño es mutuo, las palabras estan de más.
Sólo una mirada,una caricia, un jesto de amistad,
hacen a los amigos quererse más.

Cuando el destino nos aleja y la vida se nos va,
nos asaltan los recuerdos de la niñes travesuras.
Correr y caminar juntos por costaneras y playas,
tratar de alcanzar gaviotas, palomas que son del aire.
Como niños sin ser niños, tu mirada y mi sonrisa
eran bálsamos al alma.

Cómplice nuestra amistad de viajes y de regresos,
de esperar por las noches cuando venia a tú encuentro.
Era mucha tú alegría que me llenabas de besos
a cambio de tres caricias que fascinaban tu cuerpo.

En un viaje sin regreso se apago tú corazón,
asi lo quiso el supremo, no preguntemos la razón.
El dolor que tú sentias, sentia mi corazón,
mis lágrimas se derraman y se me quiebra la voz.

Mi consuelo son tu hijos
¡las caricias que les haga seràn las mismas que a vos!
(Panzita, cosquillita, cogotito)
Mi Lujàn, mi fiel mascota...