sábado, 26 de febrero de 2011

Las Cinco etapas del ser

(niñez, adolescencia, juventud, madurez, vejes)

"Las Cinco etapas del ser" fue una de las tantas obras de publicaciones Altair. Fue editada en el año 2005. Es una muy recomendable antología de nivel nacional, con escritores que merecen el más profundo de mi reconocimiento. Huellas fue uno de lo poemas con los que tuve el agrado de participar.

lunes, 21 de febrero de 2011

Tu mirada


















Qué tienen tus ojos cuando me miran
¿Tienen la tristeza de la soledad?
¿Tienen la alegría de la luz divina?
Tienen el reflejo del azul del cielo
y un inmenso brillo como dos luceros.

Tiene tu mirada una llama encendida
que agita mi alma cuando tú me miras.
Tiene tu mirada la fuerza del brillo,
tiene la ternura de un amanecer.

Tiene tu mirada la melancolía
de noche estrellada, de noche dormida.
Del mudo romance de hadas y duendes
bajo la luz tenue de luna cansada
cargada de sueños y de fantasías.

Tiene tu mirada toda la alegría
de jardín de niña hoy hecha mujer.
Magía seductora, pasión y deseo tiene tu mirar.
Ojos soñadores que son mi alegría,
luces de mis sueños en la oscuridad.
Espejos de cielo, reflejos de mar.
Mirame en silencio, dejame mirar.

Ruperto Huerta Plaza

jueves, 17 de febrero de 2011

Letras del Mundo

A lo largo de estos años he tenido la posibilidad de formar parte de diferentes antologías, junto a artistas de diferentes partes del continente. "Letras del Mundo" se público en 2005, por editorial Nuevo Ser. Los autores incluidos en ese trabajo fueron seleccionados a través de un concurso de nivel internacional entre un total de dos mil escritores.
"Reflejos de atardecer" fue uno de los poemas con el que tuve el agrado de participar en el tomo seis de dicha obra.

Reflejos de atardecer













Hermoso atardecer
Contemplo la bahía
Esa música lenta
De sus aguas dormidas.
Me recuerda tu voz
Tu melancolía
Se pierde el horizonte
Me envuelve la penumbra.
Todos mis pensamientos
Reflejan tu figura
Que danza al compás
De esa música lenta. . .
Que entrega la bahía
La luna se refleja
En las aguas dormidas
Me parece verte tan hermosa, vestida.
Como novia ataviada
Como novia en su día
Tu figura se duerme. . .
Tranquila en la bahía.

Ruperto Huerta Plaza

domingo, 13 de febrero de 2011

Bella











Tal vez en otra playa, te espere otro verano
Cuando el sol te acaricie, como mis manos
La tersura de tu piel esmaltada cual cereza
Vibrara tu belleza sobre el paño dorado.

Desgranara la arena su sexo infinito
Cubriendo el bronce de tu cuerpo.

Que has logrado cautivar
la mirada de ese sol que te abraza
De esa mar que te llama…
Danzaras cual estrella reflejada en el agua.

Serás una esmeralda cuando el crepitar de olas
Te mojen cual cascada.

Dejaras tu alegría, tu risa, tu mirada,
Dejaras en la arena, tus huellas tus pisadas.
Volverás en tus sueños talvez de madrugada,
Cabalgando en las nubes con ímpetu voraz.

Veras que otro jinete se apresura al encuentro
Al beso misterioso al abrazo infinito
Al éxtasis final.


Ruperto Huerta Plaza

sábado, 12 de febrero de 2011

Ojitos de niño













Ojito de niño gotas de rocío
Hos ves como brillan y lloran Dios mío
enjuga sus lagrimas con una caricia,
alzalo en tus brazos aslo a tu pecho,
seca sus mejillas cubrelos de besos.

Mira los ojos que te miran
descubre en el silencio sus palabras
como susurra el viento entre las hojas,
como el cantar del agua en la cascada
tierna fragil cristalina es su mirada.

La noche trae en su silencio
el fulgor de las estrellas que iluminan
el sol alumbra para todos
como el niño es nacido en cualquer raza
dadle el calor que necesita
que el imvierno es crudo con su escarcha.

Cual faro de guìa en la penumbra
no borres las huellas ya trazadas,
olvida el poder y la violencia
y no olvides al que viene tras tus pasos
es niño te mira y pide paz.

Dejad que cresca el niño en plenitud de primavera
alimenta su ser debilitado por tanto egoismo y tanta guerra
dejalo soñar sus fantasias que màs tarde luchara por ellas
solo ve y extiende tu mano
no lo dejes sufrir no lo dejes llorar
aslo sonreir dejalo que ria
que su risa alcance las estrellas,
que llegue a los timpanos de Dios,
que su melodia es la canciòn màs bella
quizas mañana talvez al medio dìa
o cuando la tarde se apodere de tus pasos,
podras ver que las palomas tambièn son de colores
como el niño es nacido en cualquier raza.


Ruperto Huerta Plaza